ENTREVISTAS DE UN CONFINAMIENTO - Ramón Oller #Danza

RAMÓN OLLER

Bailarín, Coreógrafo y Maestro Internacional de Danza Contemporánea

Fotografía: Juan Conca

Hola Ramón. En primer lugar, queremos darle las gracias por atendernos. ¿Cómo está afrontando esta situación de confinamiento tan excepcional provocada por la COVID-19?

Estaba recién llegado a Puerto Rico, donde colaboro habitualmente con la School for The Performing Arts, cuando se llevó a cabo el confinamiento. Sigo allí, estoy bien y animado.

¿Sigue algún tipo de entrenamiento o rutina para mantener el cuerpo y la mente activos?

Sí. Para un bailarín que lleva desde pequeño dedicándose al cuerpo es muy importante mantener una disciplina física, especialmente en una situación de confinamiento como la que estamos viviendo. Yo practico diariamente Gyrokinesis y Yoga y, de vez en cuando, realizo alguna barra y/o ejercicios de técnica Lemon. Todas estas actividades son muy beneficiosas para mantener la salud mental y física.

¿Qué consecuencias está teniendo esta situación para los bailarines profesionales?

Es una situación dura, todo es muy incierto y la vuelta posiblemente se alargue hasta septiembre u octubre. Los bailarines necesitan, al igual que los actores y demás profesionales dedicados al teatro, artes escénicas o similares, el contacto directo con la gente y con su público. El bailarín necesitará reinventarse. Será difícil, pero no imposible.

Por ejemplo, en la Ópera de Roma ya se están planteando llevar sus representaciones a grandes estadios, donde sea posible respetar las distancias y las medidas de seguridad a la vez que aumentar la capacidad del aforo.

Desde el punto de vista de la creación coreográfica, ¿esta situación puede poner en funcionamiento los mecanismos creativos o, más bien, todo lo contrario? 

Creo que esta situación pone en marcha los mecanismos creativos. La inspiración llega desde muchos puntos y lugares, especialmente del contacto online con las personas. Yo antes realizaba sesiones individualizadas de coach, y esta situación ha hecho que me una con grupos de gente de todo el mundo a través de plataformas virtuales, lo que es tremendamente enriquecedor. Las ideas rebosan y cada situación nueva es una ocasión abierta a la creatividad.

Ocurre igual con los avances médicos, son actos creativos que se despiertan por la necesidad de encontrar remedio a la situación que estamos viviendo. Después de situaciones límite siempre aparecen nuevos recursos, nuevos fármacos, nuevas expresiones artísticas y nuevas posturas ante el día a día, que nos hacen crecer y desarrollar la creatividad. Es una forma de salir y superar  estas situaciones.

Ahora todo está parado y no sabemos por cuánto tiempo. En cuanto a proyectos, galas, masterclasses, etc., que tenía previstas, ¿cree que será posible su prórroga a fechas más tardías?

Como ya os decía al principio, el confinamiento me ha sorprendido trabajando en Puerto Rico. Creemos, aunque está por confirmar, que podremos reanudar las clases en junio, siempre siguiendo todas las recomendaciones y medidas de seguridad.

En julio vuelvo a España y los cursos y masterclasses que tenía comprometidas creo que se podrán llevar a cabo, pero igualmente estoy a la espera de confirmación.

En cuanto a mis compromisos teatrales, estaba a punto de estrenar en Broadway (Nueva York), pero este tipo de producciones deberán esperar al 2021.

Todo es un poco confuso en estos momentos.

Esta situación, también ha parado la formación de miles de alumnos de conservatorios, escuelas, etc., en todo el mundo. ¿Tienen algún consejo para ellos?

Este es el tema que realmente me preocupa, que se reanude la enseñanza en las mejores condiciones. En especial, me preocupan los alumnos que están en el último curso de las Enseñanzas Profesionales, de los que, después de tanto trabajo y esfuerzo y a punto de finalizar sus carreras académicas, algunos se sienten deprimidos al no poder continuar con sus rutinas y su formación y cada vez ven más negro su futuro. Algunos llegan a pensar en abandonar una profesión que aún no han iniciado y a la que aman, pero al ser una carrera tan corta y ante la incertidumbre, se desmotivan. Hay que seguir alentando a estos jóvenes, apoyándolos y buscando soluciones para que no pierdan la ilusión.

La danza ha pasado periodos duros a lo largo de la historia y este solo será uno más. Deberemos acostumbrarnos, como ya venía siendo habitual en Japón desde hace mucho tiempo, a la utilización de mascarillas, guantes, etc., y mantener todas las medidas sanitarias que sean necesarias para que la vuelta sea segura para todos.

Gracias.

 Muchas gracias, Ramón.

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